
Hoy va la cosa de literatura, sobre el libro que ando leyendo en estos momentos concretamente, "Un mundo feliz" de Aldous Huxley.
No soy yo muy dado a los libros de ciencia ficción, creo que con los dedos de la mano se pueden contar los libros que he leido de este género, es más, con los dedos de la mano de un camaleón, "La máquina del tiempo" de Wells y éste.
En un principio lo que me animó a leerlo fue las insistentes charlas entre Iban con B y Nono, los dos culpables de que me decidiera a leerlo, y es que el argumento me parece bastante interesante, os cuento.
Allá por el año 632 después de Ford (así miden los años en el libro por motivos que más adelante comprenderéis). La novela comienza en el centro de incubación y condicionamiento de la central de Londres, y es que en la sociedad que nos presenta Huxley, los seres humanos son fabricados en serie, las familias son consideradas como una aberración. Desde el momento en que empiezan a fabricarlos, los seres humanos son condicionados para lo que van a ser el resto de su vida. La sociedad se divide en distintos tipos de personas, desde los Alfa, los más inteligentes, los que harán los trabajos más importantes, hasta los Epsilones, los que se condicionan para ser menos inteligente e inferiores al resto para hacer los trabajos de más bajo nivel.
No existe la tristeza en esta sociedad, todos los problemas son slucionados con una droga llamada "soma", la que toma cualquier persona para solucionar sus problemas, tampoco existe la vejez, y por supuesto, nada de monogamia, todo el mundo pertenece a todo el mundo, la monogamia es considerada como una aberración imperdonable.
El protagonista es Bernard Max, un alfa, sobre el que corren rumores de que hubo fallos en su proceso y por ello tiene aspecto de casta inferior, en un principio se presenta como una persona a la que no convence esta sociedad y se decide a visitar una reserva de "salvajes", y bueno, por ahí andan los tiros, tampoco os voy a contar el libro, creo que está un poco de actualidad el tema, hoy ya se puede condicionar el sexo de los hijos o el color de los ojos... en fin, ¿hasta dónde deberiamos llegar?
Ale, al que le apetezca que se lo lea, no está nada mal.
Salud