14.12.12

Against the rock

Que poco me gusta ver el blog tanto tiempo sin actualizar, voy a contaros algo.

He estado un tiempo sin escribir, pero es que realmente tampoco tenía demasiado que contar, se estuvo cociendo un post sobre el tema de los doblajes en el cine, pero nunca llegó a cuajar, quizás en otro momento.

¿Y qué nos vas a contar hoy Migui? ¡Cuenta, cuenta! ¡Cuentaaaa!

¡Eh! Tranquilitos, sé que teníais ganas de un post ya, pero con calma, que la prisa mata y yo no tengo pensado morirme. ¡Hablemos de la montaña!

Hacía un tiempo que me llamaba la atención probar más la montaña, vivimos rodeados de monte y apenas había tenido contacto con ella, así que decidí liar a un par de colegas y empezar a hacer ruticas de senderismo, con eróticos resultados. El senderismo mola, te vas pal monte, andas un rato, respiras aire que curiosamente no te da la sensación de estar matándote poco a poco como hace el aire de la ciudad, sientes como entra fresco dentro de ti y te va renovando, pasas una mañana muy agradable con tu gente, almuerzas en la cima mirando como te rodean las montañas y realmente es una sensación muy agradable, ¡¡y vi una ardilla!!. Cuando vuelvo a Alcantarilla me deprimo de volver a verme rodeado de edificios, aire putrefacto, asfalto y... Alcantarilla al fin y al cabo.

Pero no es senderismo todo lo que reluce, el senderismo me gustó mucho, pero hace cosa de una semana me llevaron a escalar, y ¡ay amigos! ¡esa fue mi perdición!. He probado muchos deportes, y me gustan mucho, pero a mis 26 años ninguno me había aportado las sensaciones que me aportó escalar. En primer lugar estás rodeado de naturaleza, pero además tiene un punto de superación que me atrapa, hubo un momento que me vi atrapado en la roca, agarrado a ella no sé muy bien cómo, las fuerzas se me agotaban y no veía la salida para seguir subiendo cuando de repente, no me preguntéis de dónde, saqué fuerzas para auparme sobre la puntita de mi pie, alzar mi brazo un poco más y agarrarme otra vez para seguir subiendo. Realmente hay que vivir ese momento para saber lo que es esa sensación, pero os aseguro que ninguno de los miles de goles que he metido, ni ningún set de tenis ni nada antes me había aportado esa sensación, ¡Y quiero más! 

Hoy ha sido mi segunda salida y ya estoy aquí escribiendo con todo el ansía de volver a salir a escalar, creo que esto va a terminar de atraparme, cosa que no le mola nada a mis manos, porque creedme, lo peor de escalar es que las manos sufren bastante, de aquí a un mes cuando me déis la mano tendréis la sensación de estar saludando a un encofrador de 40 años, pero ¿quién quiere sensibilidad en las manos cuando te quedan tantas cosas por escalar? adiós a mi futuro como modelo de manos, bienvenida sea la montaña, espero que sea por mucho tiempo.

¡Un abrazo gente!